NIA NIA NIA NIAAAAAAAAAAAA...

Los hombres a la larga siempre intentamos perfeccionar nuestras tácticas de seducción unos pasan de invitar a cubatas a las chicas de la discoteca a ir de macho alfa matándose cada día en el gimnasio otros simplemente pasan de hacerse el interesante a hacerse el italiano interesante, de hecho hay infinitas formas de seducción que el hombre aun tiene que descubrir y las que conoce las tiene que mejorar. Las mujeres, la verdad, lo tenéis mas fácil porque por mala suerte en esta asquerosa sociedad donde vivimos un canalillo tira mas que un caballo semental super cachondo.

Dentro de la seducción hay el piropo, mis amigos me han hecho ver que no soy muy hábil en el arte de piropear, yo con el tiempo he visto que tampoco. Tengo colegas que con una sola frase simple, poco elaborada pero, cautivadora se llevan por lo menos 4 besos, 10 números de teléfono y unos cuantos mails (no son fantasmas yo lo corroboro). Yo, por lo contrario, digo cosas como “no menees tanto el culo que se te marea la mierda” o “Yo te metía mas p...” mejor paro, no se si será por esto que no he tenido mucho éxito amoroso en mi vida

Entre tantos piropos de mal gusto que he expulsado de mi boca el que se lleva la palma es el que os contaré a continuación:

Normalmente desde que he tenido 16 años en verano he currado para sacarme algún dinerillo extra ese verano trabaje de jardineromozodecargamantenimientococinero en un restaurante muy bonito con vistas al mar que justo acababa de abrir sus puertas. Cuando acabábamos la jornada de mañana teníamos un descanso de un par de horas en el que mis amigos y yo aprovechábamos para ir a un chiringuito de estilo hippie al lado de la playa, allí nos tomábamos nuestras cervezas y charlábamos de cosas poco importantes, yo ese día me pedí un polo de fresa. Volviendo por el camino ,atacados por el calor de verano, decidimos coger el bus, nos sentamos en la parada y mientras esperábamos yo jugaba a girar el palo de madera del helado con la boca. Mientras cada uno iba a su bola paso por delante una chica muy sexy, era morena ojos azules, piel dorada, de constitución fuerte pero a la vez muy femenina y con un vestir de muy buen gusto. Mi cerebro se accionó y como acto reflejo lancé un piropo, era el piropo mas bello que me había salido nunca, era perfecto, sensible pero a la vez con seguridad, ahora tan solo tenía que esperar la reacción positiva del la chica y los aplausos de mis amigos. Fue todo lo contrario, para empezar mis amigos me miraron con cara de “tío pero que haces”, se pusieron las manos en la cabeza y retrocedieron hasta chocar contra el cristal de la parada del bus, la “sexygirl” ni me miro empezó a correr y correr hasta desaparecer en el horizonte. Cuando logré despertar a mis amigos del coma mental les pregunté ¿porqué tal reacción? Y ellos me dieron una lección que nunca olvidaré.

Si intentáis ser atractivos mientras piropeáis a alguien no lo tenéis que hacer con el palo de madera de un helado en la boca porqué, resultó que mientras yo pensaba que decía un piropo excelente en realidad, con el palo de madera en mi boca, la pronunciación y lo que escucho la chica fue un repugnante NIA NIA NIA NIAAAAAAAAAAAA... mas, según mis amigos, una expresión facial deformada porqué la musculatura de la cara intentaba que el palo de madera no se cayera al suelo seguido de una caída de baba y , esto es un extra no se si es deformación de la realidad o no, resulto también que pasaba una mosca por ahí y eso hizo que moviera las manos para apartar el insecto de tal forma que parecía un verdadero gilipollas.

En conclusión chicas del mundo, si un chico normalito os dice algo verdaderamente raro y veis que tiene un palo de madera en la boca no os marchéis corriendo darle una segunda oportunidad, quién sabe, podría ser vuestra media naranja. No obstante, yo compadezco a esa chica de la parada del bus.